Cultos a Nuestro Padre Jesús Despojado
de sus Vestiduras

Los cultos en honor de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras se celebran anualmente en el tiempo de cuaresma, dando comienzo con el rezo del Santo Vía Crucis con la sagrada imagen por las calles de la feligresía.

Además, la Hermandad celebra también en su honor, -en este mismo tiempo-, su solemnísimo quinario, que concluye con la exposición de nuestro sagrado titular en devoto besapié y con la celebración de la Función Principal de Instituto, en la que tiene lugar la Santa Misa, la protestación pública de fe, el voto y juramento del cumplimiento de los estatutos y la procesión solemne con el Santísimo Sacramento.

Cultos a María Santísima de la Caridad
y del Consuelo

Los cultos en honor de María Santísima de la Caridad y del Consuelo se celebran anualmente coincidiendo con la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. Sin embargo, un mes antes, en noviembre, la Hermandad se anticipa a ellos con el rezo del Santo Rosario de la Caridad con la sagrada imagen por las calles de la feligresía.

El domingo más cercano a la festividad del 8 de diciembre, -día de la Inmaculada Concepción-, tiene lugar la Función Solemne en honor de la Virgen, en la que se realiza la renovación del voto concepcionista. Asimismo, en los días previos, la Hermandad celebra un triduo solemne y expone a la Santísima Virgen en devoto besamanos para la veneración pública de fieles y devotos.

Cultos al Santísimo Sacramento del altar: 'Adoremus'

Nuestra Hermandad, en su título, lleva adscrito el nombre de Sacramental, lo cual nos invita a contemplar, vivir y anunciar el amor que Dios nos tiene a través del culto a Sagrada Eucaristía. Este culto ocupa el lugar principal y esencial en la vida espiritual de la Hermandad y se manifiesta a través de diversas propuestas, como la misa de Hermandad, la procesión para la Reserva Solemne de la Sagrada Eucaristía cada Jueves Santo, el acompañamiento en la procesión del Corpus Christi, la procesión con el Santísimo Sacramento tras la Función Principal de Instituto o el encuentro mensual conocido ya por todos como ‘adoremus’.

El ‘adoremus’ es un camino espiritual de encuentro con Jesús Sacramentado que discurre en un clima de oración donde hay que dejarse ser mirado por nuestras imágenes titulares y expresarles nuestros sentimientos. Es un momento de intimidad y comunicación mediante el cual podemos ir creciendo y madurando en nuestra vida de fe. Es un encuentro donde poder descansar ante el Señor aquello que nos envuelve cada día. Es un oasis en medio de nuestras rutinas y tareas. Un momento de recogimiento y oración ante nuestro Padre celestial.

La estructura del ‘adoremus’ es sencilla. Se trata de un momento intenso de oración personal y comunitaria guiada a través de textos bíblicos, algunos cantos que nos llevan al encuentro con el Señor y su Madre y una breve reflexión sobre algún aspecto de la Iglesia que nos ayude a contemplar y sentir el amor para ser anunciadores del Reino de Dios a través de las acciones caritativas, testimoniales y de fraternidad con nuestros Hermanos y, en especial, con los más desfavorecidos.

A través de la contemplación y el diálogo con el Señor, experimentamos el amor que transforma nuestras vidas y que dinamiza nuestra vida de Hermandad, nos une en comunión con la Iglesia universal y nos hace más fraternos entre nosotros. Asimismo, durante estos encuentros se ofrece la posibilidad de celebrar el sacramento de la reconciliación para seguir adelante en el camino de la fe pese a nuestras caídas invitándonos a ser perdonados.

Es importante que continuemos celebrando estos momentos de oración comunitarios con los que poder profundizar en el sentido que tiene hoy que Jesús fuese despojado de sus vestiduras, porque sigue habiendo muchas personas que son desvestidas de su dignidad por diversas situaciones y a las cuales debemos prestar nuestra atención, siendo esperanza y consuelo en sus dificultades y poniendo en juego los dones que el Señor nos regala y que fructifican en el encuentro e intimidad con Él mediante la oración.